Con gran tristeza, desde el equipo de Lux Brumalis —estudio jurídico y consultora especializada en migración, asilo y ciudadanía— despedimos al Papa Francisco, cuya partida deja un vacío profundo no solo en el ámbito espiritual, sino también en el compromiso ético global con los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas.
Su pontificado fue un faro de humanidad para millones, especialmente para las personas migrantes, refugiadas y desplazadas. Con palabras claras y gestos concretos, Francisco denunció la indiferencia, promovió la hospitalidad y abogó incansablemente por un mundo más justo y compasivo.
Como profesionales dedicados a la defensa de los derechos de las personas en situación de movilidad, nos sentimos interpelados e inspirados por su legado. Su mirada profundamente humanista, su defensa de los más vulnerables y su llamado a “no cerrar puertas” nos acompañan y nos seguirán guiando.
Agradecemos su vida, su voz y su testimonio. Que descanse en paz.