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El extranjero como falso enemigo: “Las contribuciones de los migrantes a la sociedad son innegables”

por | Abr 8, 2024 | Noticias del Estudio

La abogada especialista en derecho migratorio, Paula Carello, analizó las políticas públicas sobre movilidad humana y la normativa de inmigración en Argentina. Advirtió sobre la estigmatización de ese sector de la población, al vincularla con la delincuencia sin evidencia. La desinformación como fuente de xenofobia.

La abogada especialista en derecho migratorio, de asilo y ciudadanía, Paula Carello, analizó una escalada de acciones y declaraciones que estigmatizan a las personas migrantes y las asocian, sin datos que lo respalden, a los supuestos males del país como el aumento de la delincuencia y la pobreza.

Carello destacó el valor y los aportes de esta población a nuestra sociedad y afirmó a Rosario3: “Las contribuciones de las personas migrantes a nuestra sociedad son innegables. La culpabilización con relación a problemas estructurales es preocupante”.

La docente y presidenta de la Fundación Migra respondió a las diversas embestidas instaladas en la agenda pública, por ejemplo una supuesta suba de los extranjeros ligados al delito. Habló de la importancia de basar el debate en datos objetivos. Según un informe del Sistema Nacional de Estadísticas sobre la Ejecución de la Pena (SNEEP), solo el 4,9% de la población encarcelada en Argentina es extranjera, cifra que ha disminuido en los últimos años.

Esa población representa apenas el 0,25% de las casi dos millones de personas migrantes que viven en Argentina. Los números reflejan una realidad distinta a la narrativa negativa que se presenta en algunos medios y que expresan dirigentes políticos.

Aunque toda mejora en la legislación y políticas públicas es debatible, no parece encontrarse allí (en el número de personas migrantes que se encuentran en conflicto con la ley penal) el origen de la inseguridad en el país. La desinformación o culpabilización de un colectivo puede influir en reacciones negativas hacia grupos particulares (como ser la xenofobia y actos sociales discriminatorios, hacia las personas migrantes, en este caso), explicó la titular del Instituto de Derecho Migratorio y de los Refugiados, del Colegio de Abogados de Rosario.

Lo que sigue es el análisis de Carello sobre los principales ejes y desafíos de la temática migratoria:

La política del gobierno en materia migratoria

Entiendo que no existe, a la fecha, una “política migratoria” definida del gobierno nacional actual. Lo que existen son algunos indicios de lo que podría, eventualmente, llegar a ser un “esbozo” de política migratoria. Procedimientos administrativos aislados, respecto a cuestiones puntuales.

El desarrollo de una política migratoria es un proceso complejo que debería involucrar a diversos actores de gobierno (de los tres poderes y tres niveles de gobierno: Nación, provincias, municipios) y de la sociedad civil: el sector privado, academia, las personas migrantes (y sus diversos perfiles y categorías), abordando una amplia gama de temas.

Desde un enfoque técnico, este proceso implica una evaluación del pasado (acciones previas en materia migratoria, utilidad de la normativa vigente para hacer frente a problemas); un análisis del contexto actual (los actores involucrados, los problemas, beneficios potenciales, entre otros) y una proyección hacia el futuro. Esto implica definir objetivos claros y establecer mecanismos para la implementación, monitoreo y evaluación de la política migratoria. Es fundamental que esta política tenga un plazo de implementación determinado y que, idealmente, sea revisada y actualizada periódicamente para adaptarse a los cambios en el contexto migratorio.

La política debe ser lo suficientemente flexible y amplia (grandes lineamientos) para que no deba ser adaptada y ajustada tan frecuentemente, pues el tema migratorio es complejo y cambia rápidamente (tuvimos un gran flujo de población venezolana y más tarde de ciudadanos rusos). Luego, se establecen planes de acción (que sí tienen una vigencia temporal más acotada, y que se vinculan con temas específicos, por ejemplo el Plan de Integración o Inclusión; Plan de Vinculación con la Diáspora, Plan sobre Personas Migrantes y Mercado de Trabajo).

Lo ideal es que la política migratoria sea “de estado” y no “de gobierno”. Así, no debe ser modificada con cada cambio de gestión.

El pedido para expulsar rápido a “extranjeros que cometan delitos”

Desde una perspectiva técnico-jurídica y considerando el contexto, considero que las declaraciones que piden reponer el decreto 70 de 2017 plantean un debate significativo en nuestra comunidad. El tema migratorio es intrínsecamente complejo y requiere un enfoque cuidadoso y equilibrado. Las declaraciones se acompañaron de una destacada cobertura mediática que resaltaba casos de extranjeros involucrados en delitos, lo cual ha continuado hasta la fecha.

Pienso que cualquier intención de restituir dicha normativa debe ser analizada cautelosamente. El DNU 70/2017 (que modificó la ley de migraciones) trajo importantes impactos negativos para muchas familias migrantes (y argentinas, pues muchas son binacionales), y los cuales sufren hasta hoy, sus consecuencias.

La principal consecuencia de aquel decreto fue (y es) que muchas personas migrantes fuesen expulsadas del país sin haber podido acceder a derechos fundamentales como son las garantías procesales. Cientos de familias quedaron desmembradas.

Dicho decreto fue declarado inconstitucional, por las serias violaciones a las garantías del debido proceso adjetivo que poseía, y derogado ulteriormente en 2021.

Por otro lado, creo conveniente destacar que el gobierno saliente, a pesar de haber derogado el DNU 70 en marzo 2021, no evaluó lo actuado ni el destino de las personas afectadas por dicha norma -lo cual hubiese sido justo y razonable.

Estudiantes deportados y límites a “migrantes pobres”

El tema del rechazo de personas extranjeras en frontera, por ser considerados “falsos turistas”, es bastante polémico y sobre el que deberían aclararse ciertas cuestiones. La Disposición de la Dirección Nacional de Migraciones número 4362/2014 establece el “procedimiento para la resolución de casos sobre sospecha fundada en la subcategoría turista”. Lo que, en la práctica, quiere decir que los inspectores de migraciones pueden rechazar, en frontera (y devolver a su país de origen o procedencia), a las personas que no posean -a su criterio- el perfil de “turista”. Es decir, conforme a dicha normativa, “quien ingrese al país con propósito de descanso o esparcimiento”.

Los rechazos por “falso turista” han sido no sólo de estudiantes brasileños, sino también de otras nacionalidades (ecuatorianos, colombianos, peruanos, venezolanos, entre otros). Lamentablemente, han tenido mal asesoramiento, el cual se conjugó con una aplicación estricta de la norma por parte de las autoridades. Creo que dichos rechazos deberían ser abordados de manera holística, entre las autoridades argentinas, las consulares de los países de origen, y el sector privado. Siempre, teniendo a la persona migrante como centro, basándose en el principio “in dubio pro migrante”, y en una resolución pronta y efectiva de los casos, promocionando una migración segura, ordenada y regular.

Con respecto a las limitaciones que plantean cerrar las puertas a “migrantes pobres”, evocan políticas similares a las de Villepin y Sarkozy en Francia, que abogaban por una «migración elegida» (la migration choisie), privilegiando a ciertos grupos considerados más beneficiosos y convenientes para el mercado y el sistema, en detrimento de otros. Esta perspectiva plantea un enfoque selectivo que puede percibirse como discriminatorio y excluyente. En un país cuyo preámbulo constitucional acoge a todos aquellos que deseen habitar su territorio nacional, considerar una política migratoria restrictiva con estas características es tanto inhumano como contraproducente desde el punto de vista legal y constitucional. La equidad, la solidaridad y el respeto a los derechos humanos deberían ser los pilares fundamentales sobre los cuales se construyan las políticas migratorias, garantizando la igualdad de oportunidades y la inclusión de todas las personas, independientemente de su origen o situación económica.

Por otro lado, Lelio Mármora, catedrático en la materia, hace una clasificación interesante sobre la inserción laboral de las personas migrantes. Dice que “la inserción laboral del migrante en la sociedad receptora puede tener distintos efectos, tales como el SUPLETORIO, el COMPLEMENTARIO, el ADICIONAL, el COMPETITIVO, el INDEPENDIENTE, y el MARGINAL. Entiendo que no hay evidencia de que por ser “pobres” o, mejor dicho, de clase trabajadora, compitan con trabajadores argentinos. Por el contrario, en general, suelen tender a una inserción complementaria o de nicho. Además, están dispuestos a (re)ubicarse en lugares en donde falta mano de obra. A ello agregaría a modo de ejemplo, lo estudiado por el investigador Roberto Benencia, quien desarrolló el concepto de la “escalera boliviana” -comentando el ascenso económico-social que atraviesan muchas personas inmigrantes del país vecino, trabajadoras del sector de horticultura. Roberto Aruj también ha estudiado los resultados positivos de la inserción e integración de las personas migrantes al mercado de trabajo argentino.

Frases comunes y manipulaciones

En primer lugar, hay argumentos repetidos, como que los argentinos y argentinas no tienen por qué financiar con sus impuestos las necesidades (de educación y salud) de ciudadanos de países vecinos, que deberían ir acompañados de datos precisos que los avalen. Y hay que ser cautelosos en los discursos que construimos, como sociedad. Nuestro mercado, nuestro país, se nutre, se construye y se ha construido gracias a los aportes de la población migrante.

Hace unos años, el Departamento de Estado de los Estados Unidos había confeccionado un informe interno (basado en datos estadísticos oficiales) en el cual se concluía que los aportes al sistema realizados por las personas migrantes (creo recordar, indocumentadas) eran mayores que lo que éstas tomaban de éste (salud, educación, etc). Dicho informe, no fue publicado (pero se hizo referencia a él en algunos foros de la ONU). También hay estudios de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), sobre Argentina, al respecto de aportes al mercado de trabajo de población venezolana, e impacto en el sistema de salud y educación de la población migrante -que no muestran un abuso ni desequilibrio.

Continuar leyendo en fuente: https://www.rosario3.com/informaciongeneral/El-extranjero-como-falso-enemigo-Las-contribuciones-de-los-migrantes-a-la-sociedad-son-innegables-20240322-0032.html

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